El 16 de abril de 2003, Michael Jordan anunció su retiro definitivo y marcó así el final de una carrera brillante que le permitió estampar su nombre en la historia grande del baloncesto mundial y ser reconocido como el mejor de todos los tiempos.
Entre la pila de títulos se destacan los seis campeonatos de la NBA —1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998—, todos obtenidos con los Chicago Bulls y en todos elegido como el MVP de las finales. Además ostenta cinco títulos de MVP de temporada y formó parte del All-Star en 14 oportunidades.
Más allá de los logros, lo que enamoró a los fans del basquet mundial y del deporte, fueron sus jugadas. Las volcadas, los robos, las tapadas y su capacidad para dejar en ridículo a cualquier rival enloquecieron a todos durante años.
Fueron 15 temporadas en la NBA, con un breve "receso" entre 1998 y 2001, cuando se retiró de los Bulls para luego volver con los Washington Wizards, camiseta con la que jugaría hasta 2003.
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